SIEMPRE VERDES
Jeremías 17:7,8
La voluntad del Señor es que nos mantengamos verdes y demos fruto aunque pasemos por sequías. Para eso están las corrientes de agua. Su función es doble, nos mantienen verdes, pero también nos hacen dar fruto.
Esas corrientes de aguas es la presencia del Espíritu Santo de Dios en nosotros, Juan 7:38. Y nosotros somos como árboles que hunden sus raíces hasta las corrientes de aguas. Ese hundir nuestras raíces es la comunión diaria con el Señor y la meditación en su palabra, Salmo 1:2.
Esta comunión con él y su palabra nos harán quedar confiados en su maravillosa obra de no permitir que nos fatiguemos ni nos sequemos, sino que veamos el fruto.